Si tuviera que definir en pocas palabras esta semana, lo haría como la semana del dime quien está en tu billete y te diré quien eres. La cosa arrancó con la noticia de que para el año 2020, Estados Unidos decidió quitar del billete de 20 dólares la efigie del presidente Andrew Jackson, para colocar por primera vez a una mujer y además una mujer negra. Se trata de Harriet Tubman, una esclava que durante los tumultuosos tiempos de la Guerra Civil se convirtió en heroína del movimiento abolicionista.
La historia siguió con la noticia de que en Inglaterra y también para el 2020, se quitará del billete de 20 libras al filósofo y economista Adam Smith para colocar al pintor Joseph Mallord William Turner, con la diferencia no menor, de que su inclusión es el resultado de una votación popular. Una propuesta renovadora y diferente que fue lanzada en 2015 en el Victoria&Albert Museum y que resultó todo un éxito, con 590 propuestas entre los que figuraron Alfred Hitchcock, Alexander McQeen, Francis Bacon, Charles Chaplin y William Morris, entre otros.
El tema dio para todo; desde artículos sobre el sexismo paternalista a la omnipresencia funesta de los próceres, sin olvidar que también se la ligaron los tibios que para salir indemnes del problema ponen jaguares, leopardos, etc.
El debate acaparaba las páginas de cultura de los medios y asombraba por el simplismo y la frivolidad, porque aunque las raíces del tema se hunden en las profundidades de la identidad y como todo aquello que roza los avatares de la iconografía nunca se está ante blancos y negros, así estaban las cosas.
Lo que me llevó a pensar que puestos a simplificar, Uruguay tiene en sus billetes hace décadas a músicos, pintores, escritores y también a mujeres. Por más que -siguiendo esta línea de razonamiento- podríamos decir que en Estados Unidos la cuestión de género le ganó a la política o que en Inglaterra la pintura le ganó a la economía. Sin olvidar que en Uruguay a Torres García se lo comió la inflación, porque desde que el billete de $5 dejó de circular, el pintor se volvió moneda y para colmo de males con cara de ñandú.
Aunque me apuro a pensar que no todo está perdido, porque Don Pedro Figari y sus salones coloniales sigue resistiendo en los billetes de $200 y la cuestión de género está saldada -al menos por un tiempo- con Juana Ibarbourou en los $1.000. ¿Será todo tan simple como esto? ¿O no será quizá, que lo políticamente correcto ha vaciado un debate complejo sobre los valores que elegimos celebrar como sociedad?
Excelente nota! Me encantò , por la informaciòn que has trasmitido y, fundamentalmente por la reflexiòn contenida en la ùltima frase. Gracias Emma.
Gracias Ana
Como siempre tus articulos me dejan pensando gracias
Es la idea Rosa…
Excelente reflexion !
Cómo siempre excelente es una satisfacción escucharte en las diferentes columnas. .Gracias por tanta enseñanza. Un abrazo.
Emma, excelente informacion . Lo triste es que la mayoria de los Uruguayos no sabe quien esta en cada billete!! Asi vamos!!
Vos sabés Jorge, que ése es todo un tema, igual que el de las celebraciones de los feriados….
Buenísimo como todos tus trabajos,Ema. Saludos.
UN PEON RURAL DESCONOCIDO Y SUFRIDO
Gracias!!! Estupendo comentario Emma, como siempre es un placer leerte o escucharte, tanto aportas a la cultura!!! Además me has hecho reír tanto con que «a Torres García se lo comió la inflación, porque desde que el billete de $5 dejó de circular, el pintor se volvió moneda y para colmo de males con cara de ñandú» Gracias por este momento de alegría en Paris
Gracias Marciel, me alegro que el artículo te haya hecho reir, sobre todo a la distancia….
Excelente tu nota , como siempre aportando cultura ,pero esta vez es muy risueño lo del billete de $5 que se lo comió la inflación , realmente una pena que este genio no esté presente en lo cotidiano ,gracias Emma
Cuéntame entre la legión de tus rendidos admiradores,Emma,abracadabrante nota,propia de una Maga(a la de Cortázar no la conocí) que se saca de la chistera los mejores trucos.Respecto a la nota,ha sido mucha la polvareda que ha levantado e independientemente de los méritos de la mujer abolicionista,que tienen un gran valor simbólico,ha destapado mucha estolidez.Yo quería sin embargo dar un salto adelante a un futuro muy mediato,que vendrá de la mano avance del dinero electrónico y que ha dividido las mentalidades europeas entre los nórdicos que abogan por la transparencia y los alemanes,que creen que nos hará perder completamente nuestro anonimato.Con este dinero estas controversias serán fantasmas del pasado y los billetes una bella reliquia que explicaremos a nuestros incrédulos nietos.
Sergio, por favor, no creo que sea para tanto. De todos modos, la idea de los post del blog es ése, que reflexionemos de todas las maneras posibles. Y en este caso el tema del dinero electrónico es una forma de dar un salto…..por cierto, no es para despreciar recordar que las tarjetas de crédito y de débito tienen la medida aúrea, en parte porque está comprobada nuestra atracción por las proporciones ideales. El arte siempre se las ingenia para estar.
Muy buena la noticia se hace justicia con el género y la raza. En un país racista!
El relato de humor magnífico, y el devenir del futuro que seguramente, la electrónica leerá, nuestras economías…y sé verá, que más se les ocurre…
GRACIAS POR LA MARAVILLA DE TÚ BLOK, LA ENSEÑANZA Y SIMPATÍA.!!
buenísimo tu comentario, Emma. Es increíble que nos enseñás, haciéndonos reir.-¡Pobre Torres, comido por la inflación!
buenísimo tu comentario, Emma. Es increíble que nos enseñás, haciéndonos reir.-¡Pobre Torres, comido por la inflación!
Me encanto Emma ,genia total !
Me encanta esa forma tan divertida de transmitir ,gracias !