Los que me conocen, saben que me gusta el fútbol. Más que gustarme, debería decir que me apasiona. Soy capaz de mirar el partido más intrascendente y aburrido y vivirlo como si fuera la meticulosa creación de una obra de arte. He reflexionado largo y tendido sobre este punto, y por más que las conclusiones son de variada naturaleza, sé que una de las cosas que más me gustan del fútbol es su plasticidad.
En el fútbol el cuerpo se conecta con la cabeza y esa conexión da vida al movimiento, un movimiento que debe necesariamente ser armonioso y equilibrado, porque en caso contrario el desbalance termina con el jugador en el piso. A su vez, el movimiento es velocidad, una velocidad que también debe ser controlada para poder dominar la pelota, porque la pérdida del control termina con el balón en los pies del contrario.
De este modo, si reunimos la idea de movimiento en armonía y le sumamos la velocidad controlada, la imagen del cuerpo se vuelve pura plasticidad. Y como estamos en tiempos de «copa» y no tengo otra manera de ver el mundo que en «modo-arte», miro a Cavani o a Messi y pienso en la cantidad de artistas que fascinados por la pelota en igual medida que por el movimiento, hicieron del deporte inspiración artística.
Umberto Boccioni (1882-1916), fue uno de los más grandes futuristas italianos. Un grupo de artistas que allá a principios del siglo XX y en plena vanguardia, crearon toda una estética del movimiento y la velocidad. El fútbol, el ciclismo y todo aquello que se moviera como violinistas, bailarines, corredores, transitaron por sus lienzos como reflexiones sobre la dinámica corporal.
Robert Dalaunay (1885-1941), fue creador -junto a su esposa Sonia-, del «simultaneísmo», una corriente de vanguardia que utilizaba el contraste simultáneo de colores para expresar la sensación dinámica de la descomposición del movimiento. Bailarines, jugadores de rugby y corredores, fueron motivos ideales para expresar estos principios.
Carmelo de Arzadun (1888-1968), fue uno de los máximos exponentes de la pintura planista nacional, la primera gran corriente moderna de nuestra pintura. Los planistas planteaban una imagen a base de planos de color, sin volumen y de dibujo austero, pero dominadas por un color resplandeciente, luminoso y hasta por momentos estridente.
Henri Rousseau (1844-1910), es el famoso «Aduanero Rousseau», el pintor más popular del Arte Naif. La frescura espontánea de su pintura, lo convirtió en un ídolo de los artistas de vanguardia y aunque el gran motivo de su obra fueron frondosas selvas repletas de animales, el fútbol y el deporte -humor mediante-, no le fue indiferente.
Cada día me queda más claro, que la pasión nos hace ver las cosas de una manera distinta. Por eso cuando miro la Copa América pienso en arte y cuando miro estos cuadros pienso en las maravillas que nos regala día a día, la vieja y querida pelota.
Me encantó!!! No hay duda de que tus comentarios son muy originales y apropiados… Se ve que como artista,tenés muy presente al Arte,que empapa todas ( o casi) las actividades de la vida…
Gracias Marta…y bueno, es así, cuando uno vive un tema, no hay actividad que quede ajena…y es lo que me pasa con el fútbol. Claro, que los que hicieron el trabajo fueron todos los maravillosos artistas que conviertieron el deporte en una reflexión artística…gracias
Emma: gracias por tu notas que siempre son bonitas e interesantes.
Me he detenido por supuesto,en el cuadro del Maestro Arzadun,tan nuestro. Me detengo en ese conjunto abigarrado bien en el centro del cuadro,de futbolistas casi «civiles» de pantalones largos y zapatillas,tan plástico. En esa figura negra recortada que en un primer plano,algo lateral, mira y nos invita a mirar la escena,alejándonos de la «actitud» de esas dos ovejas que pastan indiferentes.
En un instante, creo haber comprendido mejor al planismo.
Gracias nuevamente por tu buen decir,tu buen mirar y tu mejor comunicar.
Estimado Néstor…magníficos sus comentarios sobre el cuadro de Arzadun…es un cuadro hermoso, maravillosamente trabajado. Me remito completamente a sus comentarios….y seguro que comprendió el planismo!!!! Muchas gracias por sus elogiosos comentarios, eso es lo que busco, comunicar y que todos tengamos los ojos bien abiertos y atentos….y por supuesto, el corazón a flor de piel. Muchas gracias.
Brillante qué buen punto, fútbol y arte, la estética del movimiento y la pasión
Gracias, querida Isidra!!! exactamente ese fue el punto!!!!! estética del movimiento….y bueno, algo de pasión…que sería de nosotros sin ella!!!
brillante, sos la one!!! te ganaste a todos los futboleros!!
gracias, querido diego….no sé si me gane a los futboleros o no, lo que sí sé es que hubo pintores que hicieron maravillas con la dinámica del movimiento….por cierto, estoy esperando la foto!!! vos trabajas mucho la estética de la quietud….¿que pasa con la dinámica? ….espero, ansiosa…
hay una obra de Martin Verges sobre un partido de nacional imponente!!
Sí, es una obra grande que está muy buena….lástima que sea de nacional!!! igual que Iturria…si hay algo que le envidio a la sala de sesiones de nacional, es el gran mural de Iturria que sale siempre en la tele, espectacular!!!
Hola Emma, de regreso de un viaje muy fecundo por España y Malta y no puedo menos que compartir tus comentarios sobre la pelota. Claro que el futbol bien jugado es arte , es movimiento, es color. Es sobre todo (o debería ser) un espectáculo para deleite del espectador. No en vano Figari y Picasso pintaron corridas de toros.
Aparte de eso ahora los físicos de los jugadores son un espectáculo en sí mismos, trabajados , estudiados ,desde las crestas de gallo de algunos jugadores hasta la presencia casi griega de Cavani, Cristiano Ronaldo y de mi adorado Diego Forlán .Arriba los Peña, ahora lo tenemos para nosotros.Como verás, me he vuelto muy futbolera.
Podríamos decir, para aunar términos y conceptos, q esta nota de arte es un gol de media cancha q hiciste, ja, ja.
beso